Es difícil ignorar la creciente tensión entre los sindicatos, el sector empresarial y el Gobierno debido a la implementación de la jornada laboral de 37,5 horas manteniendo los salarios. El Presidente de la patronal Cecot, Xavier Panés, ha expresado su descontento con la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de omitir la participación de los actores tradicionales en estas decisiones.
La Ruptura de la Concertación Social
La concertación social, un acuerdo entre empresarios y sindicatos, que solía ser bendecido por los gobiernos, parece haberse roto. Panés lamentó que el Gobierno «se haya saltado y puesto en crisis la concertación social», un sistema que «había funcionado hasta ahora». Este cambio en el modelo de toma de decisiones, según él, es más problemático que la propia reducción de jornada.
En una entrevista con el programa Converses de Cope Catalunya i Andorra, Panés advirtió de las graves consecuencias que la reducción de la jornada laboral tendrá en algunos sectores. En particular, mencionó que los sectores de servicios, logística y comercio enfrentarán graves problemas. «El Gobierno ha creado un problema importante donde no existía», afirmó Panés.
Además de los desafíos presentados por la reducción de la jornada laboral, Panés también señaló el creciente problema del absentismo laboral y una caída en la productividad. Según él, esto se debe a un «cambio de cultura, de forma de ver la vida en el que se han perdido los valores del esfuerzo y el trabajo en favor del ocio».
Los Desafíos de Burocracia y la Presión Fiscal
Panés también cuestionó el exceso de burocracia, que afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Sugirió que su patronal ha estado defendiendo una simplificación administrativa y una reforma de la administración pública durante la última década. Según Panés, la burocracia es una de las razones por las que los agricultores han llevado sus tractores a las calles.
Abogó por una reducción en la dimensión del sector público, afirmando que hay demasiados funcionarios. Sin embargo, también vio una oportunidad en la jubilación de muchos trabajadores públicos y la incorporación de la tecnología para hacer las administraciones más ágiles.
Además, Panés defendió la figura del empresario como «una persona que crea puestos de trabajo y que no va en contra de los trabajadores», una imagen que considera distorsionada por el Ministerio de Trabajo.
En lo que respecta a la presión fiscal, Panés considera que los catalanes pagan demasiados impuestos, algunos de los cuales tienen poco rendimiento para la administración. Propuso una simplificación de los impuestos, sugiriendo que se recaude la misma cantidad pero de una manera más eficiente. Además, defendió la competencia fiscal entre autonomías, siempre que sea controlada para evitar diferencias entre territorios.
Este cambio en la jornada laboral, junto con los desafíos de la burocracia y la presión fiscal, demuestran la necesidad de una colaboración más efectiva entre los sindicatos, el sector empresarial y el Gobierno. A medida que el país avanza en este nuevo camino, es crucial que todas las partes trabajen juntas para garantizar el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad de las empresas.
