El Periódico2

Isak Andic era un hombre discreto, que siempre prefirió estar en la retaguardia y alejado de los focos públicos, tanto en su vida profesional como personal. El fundador de Mango, fallecido este sábado, fue uno de los dos hijos de Manuel Andic y de Sol Armay, un matrimonio turco de origen sefardí que emigró a Barcelona cuando él tenía poco más de 10 años. Aquí fundó su empresa de moda y aquí creó su familia, casándose primero con Neus Raig Tarragó en la década de 1970. El matrimonio tuvo tres hijos: Jonathan, Judith y Sara Andic Raig. El empresario se divorció dos décadas después. Su mujer actual era la exgolfista profesional catalana Stephanie Knuth.

Los inicios de Mango y el legado de Isak Andic

La historia de Mango comienza con un pequeño negocio en Barcelona. Isak Andic, junto con su hermano Nahman, inició su camino en la industria de la moda con la venta de camisas en el Mercat dels Encants. Su visión innovadora y su espíritu empresarial lo llevaron a expandir su negocio, estableciendo la primera tienda de Mango en el Paseo de Gracia en 1984. Desde sus humildes comienzos, Andic logró construir un imperio global en el mundo de la moda, con más de 2,200 tiendas en 109 países.

El enfoque de Andic siempre fue ofrecer moda asequible sin comprometer el estilo. Bajo su liderazgo, Mango se convirtió en un referente en el sector, compitiendo con gigantes como Zara y H&M. La clave de su éxito radicó en su habilidad para adaptarse a las cambiantes tendencias del mercado y su compromiso con la calidad y el diseño.

A lo largo de los años, Andic fue reconocido por su contribución a la industria de la moda. En 2012, fue nombrado Empresario del Año por la revista Forbes. Además, su enfoque en la sostenibilidad y la responsabilidad social fue un pilar fundamental en su estrategia empresarial, buscando siempre reducir el impacto ambiental de sus operaciones.

Isak Andic no solo dejó un legado empresarial, sino también una profunda huella en la cultura corporativa de Mango. Fomentó un ambiente de trabajo colaborativo y creativo, incentivando a sus empleados a innovar y a contribuir con ideas frescas. Este enfoque permitió que Mango se mantuviera a la vanguardia del sector durante décadas.

Su vida personal estuvo marcada por su amor por la familia y su dedicación a sus seres queridos. A pesar de su éxito, Andic siempre mantuvo un perfil bajo, prefiriendo que su trabajo hablara por sí mismo. Su legado empresarial continúa a través de sus hijos, quienes han asumido roles activos dentro de la compañía, asegurando la continuidad de la visión de su padre.

Para más información sobre la historia de Mango y el impacto de Isak Andic, puedes visitar el siguiente enlace.

Fuente de la información: ElPeriódico