los gusanos de fuego invaden las costas italianas a causa del calor

El Calentamiento Global lleva a la Invasión de Gusanos de Fuego en las Costas Italianas

Las costas italianas famosas por su belleza y biodiversidad encaran una preocupante invasión. Esta situación es causada por las olas de calor experimentadas en los últimos años. Según los registros, los últimos doce meses, desde junio de 2023 hasta mayo de 2024, han sido los más calurosos desde que se empezaron a tomar mediciones a mediados del siglo XIX.

Sicilia, Calabria y Apulia, regiones conocidas por sus playas idílicas y la riqueza de su biodiversidad marina, ahora están en alerta. Los gusanos de fuego, científicamente conocidos como ‘hermodice carunculata’, han emergido como una nueva amenaza para los pescadores y bañistas.

Los Gusanos de Fuego: Una Especie Invasora

Los gusanos de fuego, también conocidos como gusanos de mar, son originarios de la zona tropical del océano Atlántico, y los mares Mediterráneo y Rojo. Su apariencia es similar a la de un ciempiés de colores, y hasta hace poco tiempo se sabía que abundaban sólo en el Canal de Suez.

Estos gusanos, que prefieren ambientes rocosos, corales, fango y en infraestructuras portuarias, pueden alcanzar profundidades de hasta 40 metros, y en ocasiones llegan a los 1.390 metros. La longitud media de estos gusanos es de 20 centímetros, aunque en algunos casos pueden llegar a medir hasta un metro. Se alimentan principalmente de pequeños organismos marinos y desechos orgánicos.

Representan una amenaza para la biodiversidad de muchos ecosistemas del Mediterráneo. Son muy voraces y carnívoros; no tienen enemigos naturales, si se parten en dos se regeneran y disponen de espinas urticantes. Con las olas de calor, su población se ha multiplicado en los mares de Sicilia, Apulia y Calabria.

Los gusanos de fuego se han convertido en una especie invasora, amenazando a los animales que viven en las reservas naturales marinas, incluyendo los corales de Sicilia. Además, representan un riesgo para la labor de los pescadores ya que estos gusanos a menudo se enredan en las redes de pesca y devoran los peces, dejando sólo los esqueletos.

Carmelo Salmeri, miembro de una familia de pescadores de Milazzo, Sicilia, explica que estos gusanos “prefieren las partes blandas de otros organismos marinos. Entran por los ojos y se introducen en el interior del cuerpo. Los peces parecen intactos desde fuera, pero por dentro están vacíos”.

La Respuesta de la Ciencia a la Invasión

Los biólogos del Instituto Nacional de Oceanografía y Geofísica Experimental (OGS), activo en Panarea y Milazzo, en Sicilia, están estudiando de cerca esta especie invasora. Michela D’Alessandro, junto con sus colegas Valentina Esposito y Marco Graziani, iniciaron el estudio de los gusanos marinos tras los informes de los pescadores: “Esta especie tiene toxinas urticantes en sus cerdas que generan edema, picazón y fiebre”.

Son frecuentes las lesiones entre los pescadores, que a menudo deben recurrir a la cortisona para aliviar el dolor, la hinchazón y la irritación. Los expertos aconsejan a los pescadores que no intenten matarlos con cuchillos, ya que los gusanos de mar pueden regenerarse. Para combatirlos, los biólogos intentan comprender por qué se desató de repente esta invasión.

Las playas y rocas también se han visto invadidas por los gusanos de fuego. Los biólogos del Instituto Nacional de Oceanografía han lanzado una campaña informativa para advertir de posibles daños. Al mismo tiempo, se están estudiando sus toxinas. Roberto Simonini, profesor de la Universidad de Módena y Reggio Emilia, que aisló las sustancias tóxicas producidas por los gusanos de mar, comenta: “Hemos logrado caracterizar una sustancia irritante, pero todavía estamos lejos de pensar en posibles remedios contra las picaduras”.

La invasión de los gusanos de fuego representa un desafío complejo, según los expertos. Además de poner en peligro la pesca, su potencial de causar incidentes entre los turistas podría tener repercusiones negativas en el sector turístico. Los expertos están intentando concienciar a las autoridades y a la opinión pública sobre la gravedad de la situación, pero aún queda mucho por hacer para contener esta nueva amenaza, causada por el aumento de la temperatura del Mediterráneo. “Hace veinte años se veía rara vez un gusano de fuego, pero desde hace un par de años es muy frecuente tener que lidiar con ellos”, afirma Salmeri.