El panorama está listo para los cuartos de final de la Euroliga y el Barça ya tiene a su rival. Aunque la fecha aún no está confirmada, se espera que sea la semana del 22 de abril. El equipo de Roger Grimau se enfrentará al Olympiacos, tras caer en su último partido frente al Asvel Villeurbanne con un marcador de 76-72.
El Olympiacos, actual subcampeón del torneo, consiguió su billete a los cuartos de final tras derrotar al Fenerbahçe de Jasikevicius en un emocionante partido que se decidió en la prórroga con un marcador de 84-81. El equipo griego terminó en quinta posición en esta edición de la Euroliga, lo que significa que el Barça tendrá la ventaja del factor cancha al haber terminado cuarto. El enfrentamiento será una serie de cinco partidos.
A pesar de su impresionante actuación en la última temporada, donde llegó a la final que perdió ante el Madrid, el equipo griego no parece tener la misma fuerza este año. Los dos últimos enfrentamientos entre el Barça y el Olympiacos en esta misma Euroliga han sido favorables para el equipo de Grimau, que logró la victoria en el Palau (86-78) y repitió el triunfo en El Pireo (68-77).
Además, el equipo griego ha visto la salida de dos de sus piezas más importantes: Sloukas, que se unió al Panathinaikos, y Vezenkov, que aceptó la oferta de la NBA para unirse a los Sacramento Kings.
No solo el Barça tiene la ventaja del factor cancha del Palau a su favor, sino que también podría haber un clásico en el horizonte si el Madrid consigue la victoria en los cuartos de final. Esto significaría un clásico en las semifinales de la Final Four, que se disputará en Berlín (Alemania) entre 24 y 26 de mayo.
En su último partido antes del gran duelo con el Olympiacos, el Barça cayó ante el Asvel Villeurbanne por un estrecho margen de cuatro puntos. Jokubaitis fue el máximo anotador del partido con 12 puntos, seguido por Oriol Pauli (9), James Nnaji (9) y Jan Vesely (9).
Este partido no tuvo la relevancia de los anteriores ya que el Barça ya estaba clasificado para la próxima ronda y este resultado no afectaría su posición. Sin embargo, sirvió como una prueba de fuego antes de su enfrentamiento con el Olympiacos, que se espera sea uno de los partidos más emocionantes de la Euroliga.