Andorra y Madrid son los dos territorios predilectos por los contribuyentes catalanes que simulan cambiar de domicilio para pagar menos impuestos, en particular los de sucesiones y donaciones y el gravamen de patrimonio, según la Agència Tributària de Catalunya (ATC). Esta preferencia por los dos territorios es evidente en los últimos cinco años, en los que la ATC ha aflorado 135,5 millones de euros de un total de 173 liquidaciones por parte de contribuyentes que simularon haber cambiado de residencia para reducir su factura tributaria.
En el desglose de la cifra total en este periodo, 87 liquidaciones fueron por simular el cambio de residencia esencialmente a Madrid, con un importe de 13 millones de euros. Otras 86 corresponden a cambios ficticios a otros países, principalmente Andorra, con un importe de 122,4 millones de euros.
Estas prácticas de cambio de domicilio fiscal no son recientes. De hecho, de 2015 a 2018 se practicaron 46 propuestas de cambio de residencia fiscal. De esta cifra, 20 fueron por indicios de deslocalizaciones ficticias a otros países con una deuda tributaria de 8,5 millones de euros, y 26 por indicios de posibles deslocalizaciones ficticias a otras autonomías con una deuda tributaria de 15,6 millones.
Las fugas simuladas de domicilio están fundamentalmente ligadas a los gravámenes sobre las herencias y donaciones. Anteriormente, también estaban vinculadas al impuesto de patrimonio, que en Madrid no se pagaba. Sin embargo, la reciente aprobación del tributo a las fortunas de más de tres millones por el Gobierno ha llevado al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso a reactivar el impuesto de patrimonio para aquellos afectados por el nuevo gravamen.
Estas cifras corroboran los hallazgos de algunos estudios, como el realizado por el Laboratorio de Análisis de Políticas Públicas (IvieLAB), que destaca el papel de Madrid como «aspiradora» de recursos gracias a las rebajas de impuestos llevadas a cabo por el gobierno autonómico del PP. Según IvieLAB, Madrid ha ganado 103.035 contribuyentes procedentes de otras regiones en el periodo 2009-2018, coincidiendo con el periodo de rebajas fiscales más agresivas en la comunidad madrileña.
En cuanto a Andorra, este país ofrece una exención del 100% en el impuesto de la renta (IRPF) de los residentes con ingresos anuales por debajo de 24.000 euros y tiene uno de los tipos marginales máximos más bajos, con el 10%. Además, no existen los tributos que gravan las herencias, donaciones, ni tampoco el de patrimonio.
En Madrid, las rentas hasta 16.000 euros son, junto con la Comunitat Valenciana, las que menos tributan, al igual que las que superan los 160.000 euros. La comunidad liberó del impuesto del patrimonio a los contribuyentes, pero al imponer el Gobierno central un gravamen sobre los patrimonios de más de 3 millones de euros, el Ejecutivo autonómico decidió suspender la bonificación del 100% que mantenía sobre este impuesto. Además, tanto padres e hijos, como los cónyuges y parejas de hecho solo pagan el 1% de la cuota correspondiente al impuesto que grava las herencias y las donaciones. Los hermanos, tíos y sobrinos del causante o donante pueden aplicar una bonificación del 25% sobre la cuota del impuesto.