Los descubrimientos científicos, en su constante búsqueda de la verdad, a menudo nos sorprenden con resultados que desafían nuestras nociones preconcebidas. En un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista científica ‘Nature Communications Earth & Environment’, un equipo internacional de investigadores, liderado desde la Universidad de Rochester, Nueva York, ha desentrañado un fenómeno que ocurrió en nuestro planeta hace entre 591 y 565 millones de años.
Estos investigadores descubrieron que durante ese periodo, coincidiendo con la aparición de las primeras formas de vida compleja en la Tierra, el campo magnético de nuestro planeta experimentó un debilitamiento extremo hasta el punto de casi desaparecer. Contra todo pronóstico, este fenómeno, en lugar de ser catastrófico para las formas de vida emergentes, coincidió con un aumento significativo en los niveles de oxígeno en la atmósfera y los océanos, promoviendo la rápida diversificación de la fauna primitiva. En otras palabras, el colapso del escudo magnético parece haber sido beneficioso para la vida.
Hace aproximadamente 600 millones de años, los primeros seres multicelulares, conocidos como la ‘fauna de Ediacara’, poblaron la Tierra. Aunque estos organismos son considerados simples desde nuestra perspectiva actual, fueron los primeros animales propiamente dichos. El registro fósil muestra claramente que estos organismos experimentaron una significativa diversificación en términos de complejidad y tipos hace entre 575 y 565 millones de años.
Investigaciones previas han sugerido que esta súbita diversificación se debió a un aumento significativo en los niveles de oxígeno atmosférico y oceánico durante el mismo periodo. Sin embargo, hasta la fecha, el mecanismo detrás de este aumento de oxígeno permanecía envuelto en misterio.
En un estudio anterior, publicado en ‘Nature Geoscience’ en 2019, un equipo de científicos que investigaba antiguas formaciones magnéticas en rocas de Canadá, descubrió que hace unos 565 millones de años el campo magnético terrestre alcanzó su nivel más bajo conocido. Esta observación sugiere que el debilitamiento del escudo magnético y el incremento de los niveles de oxígeno ocurrieron simultáneamente.
Este nuevo estudio liderado por Wentao Huang de la Universidad de Rochester, parece haber establecido un vínculo entre estos dos eventos. Los investigadores excavaron y estudiaron rocas ígneas de Sudáfrica, formadas hace miles de millones de años, y compararon los cristales que contenían con otros de rocas brasileñas de 591 millones de años de antigüedad. Estos cristales contienen pequeños fragmentos de minerales magnéticos que proporcionan valiosa información sobre el estado del campo magnético terrestre en la época en que se formaron.
Los investigadores observaron que hace 2.000 millones de años, en pleno periodo Paleoproterozoico, el campo magnético terrestre era fuerte y estable. Sin embargo, 1.500 millones de años después, se había debilitado hasta 30 veces, alcanzando el punto más bajo jamás medido. Este periodo de debilidad duró al menos 26 millones de años, coincidiendo con el aumento de oxígeno y la explosión de biodiversidad a finales del periodo Ediacara.
Según los modelos elaborados por Huang y su equipo, este debilitamiento del campo magnético podría haber permitido que más iones de hidrógeno escaparan al espacio, lo que habría resultado en mayores niveles de oxígeno en los mares y los cielos, y por ende, en el impulso a la diversificación de la vida de Ediacara.
Este descubrimiento añade un nuevo y sorprendente capítulo a la larga y tumultuosa historia de la vida en la Tierra. Cuando el campo magnético de la Tierra se desvaneció, la vida primitiva de Ediacara aprovechó la oportunidad, lo que a su vez allanó el camino para la ‘explosión del Cámbrico’ que ocurrió poco después, hace unos 540 millones de años. Durante este evento, la naturaleza desplegó una gran variedad de diseños que finalmente dieron lugar a las diferentes familias de seres vivos que conocemos hoy.