El origen de la Calçotada: Un ritual gastronómico con historia

En la pequeña localidad de Valls, situada en la región de Catalunya, en el siglo pasado, un término gastronómico peculiar entró por primera vez en el vocabulario de sus habitantes. Esa palabra es calçotada, y desde aquel momento, este ritual culinario para degustar estas especiales cebollas ha ido ganando adeptos no solo en Catalunya, sino también en otras partes del mundo.

La calçotada es un evento culinario cuyo protagonista es el calçot, un tipo de cebolla tierna y dulce, similar a la cebolleta, que se cultiva especialmente en la región de Catalunya. La palabra ‘calçot’ proviene del verbo catalán ‘calçar’, que significa ‘vestir’ o ‘cubrir’. Esto se debe a que durante su cultivo, la cebolla se va ‘vistiendo’ con capas de tierra para protegerla y favorecer su crecimiento.

El ritual de la calçotada tiene su origen en la tradición rural de Catalunya, donde los agricultores celebraban el final de la temporada de cosecha de las cebollas con una comida en el campo. Con el tiempo, esta celebración se ha convertido en una auténtica fiesta gastronómica que atrae a lugareños y turistas.

La calçotada tiene un protocolo muy específico. Los calçots se asan a la parrilla sobre un fuego de sarmientos, que son los restos de las podas de las viñas, hasta que su exterior queda bien quemado. Luego, aún calientes, se envuelven en papel de periódico para que se acaben de hacer con su propio calor.

Una vez listos, se degustan de una manera muy particular: se pela la capa exterior quemada, se sumerge el calçot en una salsa romesco, típica de la región, y se come directamente, generalmente acompañado de vino o cava de la región.

La calçotada es un evento que va más allá de la simple degustación de un producto local. Es una celebración social que reúne a familiares y amigos alrededor de la mesa, y que permite disfrutar de la gastronomía catalana en un ambiente festivo y relajado.

A lo largo de los años, la calçotada ha ido ganando popularidad más allá de las fronteras de Catalunya. Hoy en día, es posible encontrar calçotadas en otros lugares de España e incluso en otros países, aunque siempre se respeta la tradición original de asar los calçots a la parrilla y comerlos con salsa romesco.

La calçotada no solo es una tradición culinaria, sino también un motor económico para la región. El cultivo de los calçots genera empleo y riqueza en la región, y las calçotadas atraen a miles de visitantes cada año, lo que beneficia al sector turístico.

Además, la calçotada ha sido reconocida como una Fiesta de Interés Turístico Nacional por el gobierno español, lo que refleja su importancia cultural y turística.

En resumen, la calçotada es una muestra del patrimonio gastronómico de Catalunya, una tradición que se ha mantenido viva a lo largo de los años y que ha logrado traspasar fronteras. A través de ella, es posible descubrir y disfrutar de la riqueza y diversidad de la gastronomía catalana, en un ambiente festivo y lleno de sabor.

Una última curiosidad: el último domingo de enero, en Valls, la localidad donde nació la tradición, se celebra la Gran Fiesta de la Calçotada, un evento que atrae a miles de visitantes y que incluye demostraciones de cómo se asan los calçots, concursos de comer calçots, música en vivo y mucho más.

Así que, si tienes la oportunidad, no dudes en participar en una calçotada y degustar estos deliciosos calçots. Te garantizamos que será una experiencia inolvidable.

Por Daniel