Una transacción de móvil en Wallapop acaba en tragedia en Madrid
Una transacción aparentemente normal de un móvil a través de una página de compra-venta de segunda mano, similar a Wallapop, terminó en una tragedia en Madrid a la medianoche del lunes al martes. Un joven venezolano de 26 años murió después de ser atropellado y aplastado contra una farola por el comprador, un individuo de Parla, de 22 años, con quien había quedado para venderle un iPhone.
El incidente ocurrió en las proximidades de la estación de Cercanías de Santa Eugenia, en el distrito de Villa de Vallecas. Después del hecho, el sospechoso se presentó en comisaría argumentando que había sufrido un percance con su vehículo, un coche de alta gama. Sin embargo, los agentes no le creyeron y fue detenido acusado de un delito de homicidio.
Según las fuentes del caso, el finado había colocado un anuncio en una plataforma de compra-venta donde ofertaba un teléfono iPhone. El comprador, un español de Parla, contactó con él y mostró un gran interés. A pesar de que las normas de uso de estas aplicaciones recomiendan no proporcionar datos personales ni el número particular, el vendedor facilitó sus datos de contacto, confiando en el comprador, y acordaron encontrarse para la transacción en la estación de Atocha.
La transacción que acabó en tragedia
El vendedor acudió a la cita con su novia, alrededor de las once de la noche, hora conveniente para ambas partes. El comprador, por su parte, se presentó con un Tesla de color oscuro, un coche eléctrico valorado en varias decenas de miles de euros, según el modelo.
Por razones desconocidas, acordaron que el comprador llevaría a la pareja en su vehículo hasta la estación de trenes de Santa Eugenia, mientras esperaban que se hiciera efectiva la transferencia de dinero por el móvil. Sin embargo, una vez llegados a la avenida de Santa Eugenia, el pago electrónico no se realizó. El vendedor comenzó a inquietarse y sospechar, lo que originó una discusión. En un momento dado, tanto él como su novia se bajaron del coche, y él le pidió que llamara a la Policía porque sospechaba que el comprador era un estafador.
El comprador había dejado el iPhone en una bandeja de carga inalámbrica, alegando que estaba descargado. Cuando hizo amago de marcharse con el teléfono, el vendedor metió medio cuerpo por la ventanilla del conductor, que estaba abierta, para recuperar su teléfono. Pero el presunto delincuente aceleró y dirigió su coche hacia la acera. Los investigadores creen que realizó esa maniobra para golpear al vendedor con un objeto de mobiliario urbano y quitárselo de encima, posiblemente sin intención de matarlo. Sin embargo, el resultado fue que el vendedor fue empotrado contra una farola y el sospechoso intentó huir.
La novia del fallecido es la principal testigo de los hechos y narró lo sucedido a los agentes del Grupo V de Homicidios, que se han hecho cargo de la investigación. A las 23.47 llamó al 112, pidiendo auxilio. Varios viandantes presenciaron también el suceso. Una enfermera que pasaba por la zona fue la primera en atender al herido, hasta la llegada del Samur. Los médicos estuvieron practicando maniobras de resucitación durante 40 minutos pero no pudieron salvarle la vida, ya que presentaba una fractura en el cuello y lesiones graves en el hígado.
El vehículo fue hallado a apenas 100 metros de distancia, en la calle del Castrillo de Aza. El sospechoso había olvidado su DNI en el coche, por lo que la Policía pudo contactar con él. A las 2 de la madrugada, se presentó en la comisaría de Parla, alegando que había tenido un golpe con el coche, pero los agentes no le creyeron y fue arrestado.