Óscar Puente asegura que «entiende y respeta» la moción de la Diputación de León para 'romper' Castilla y León

El Ministro Puente se enfrenta a la fragmentación de Castilla y León

El Ministro Óscar Puente, se ha ganado el título de la «bestia negra» del movimiento por la independencia de León de Castilla y León. Su gestión como alcalde de Valladolid y sus continuos enfrentamientos con León, en particular con su alcalde, José Antonio Diez (PSOE), han causado tensiones significativas.

El PSOE, con su firme defensa de la iniciativa leonesista, se ha convertido en un enemigo formidable. La ciudad de León, según Puente, es una región que necesita ayuda para superar la crisis estructural que la afecta.

La difícil situación de León

La situación en León es particularmente preocupante. La población ha disminuido considerablemente y la región ha perdido mucha actividad. Históricamente, la economía de León se basaba en la minería, pero con el declive de esta industria, no ha encontrado recursos alternativos para hacer frente a la crisis. «León es una tierra que merece una especial atención», afirmó Puente.

El ministro también ha tenido desacuerdos con la Junta de Castilla y León, a la que criticó por no tomar suficientes medidas para mejorar la salud y bienestar de la población. Puente ha llegado a describir a la Comunidad de Castilla y León como un «geriátrico a cielo abierto».

Cuando se le preguntó sobre la posición del PSOE en el debate sobre la independencia de León, Puente respondió que esa era la posición del PSOE de León. En su crítica habitual a la Comunidad de Castilla y León, señaló que la autonomía «nunca ha cuajado como tal». Según Puente, los leoneses nunca han aceptado su pertenencia a la comunidad.

La identidad de Castilla y León

Puente sostiene que no existe una identidad castellana y leonesa. Los leoneses, dice, nunca han aceptado ser parte de dicha comunidad. Para ilustrar su punto de vista, mencionó el Día de la Comunidad el 23 de abril, una fiesta que, según él, no se celebra de manera conjunta.

El PSOE de León propuso tener otra fiesta, y Puente no se opuso a la idea. Sin embargo, esta propuesta no fue bien recibida y algunos se ofendieron. «Sólo quería buscar fórmulas de encaje, de que se sientan más a gusto», explicó el ministro.

La falta de una identidad común y el descontento de los leoneses con su pertenencia a Castilla y León son algunos de los desafíos que enfrenta la región. A pesar de las tensiones y los desacuerdos, Puente ha afirmado que respeta la postura de los leoneses y está dispuesto a trabajar para encontrar soluciones a los problemas que enfrenta la región.