El consorcio húngaro Magyar Vagon ha dado un paso crucial en su intención de adquirir Talgo, el fabricante español de trenes. Ha enviado el folleto formal con la oferta pública de adquisición (OPA) a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este paso era obligatorio para seguir adelante con la propuesta de adquisición, y el plazo límite para completarlo era el 8 de abril. Aunque el documento ya ha sido enviado al regulador de la bolsa española y al gobierno, no será público por el momento.
El folleto formal fue enviado por Magyar Vagon al Gobierno el pasado 22 de marzo. La primera entidad que tiene que evaluarlo es la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, que depende del Ministerio de Economía. Posteriormente, la Junta de Inversiones Extranjeras emitirá un informe obligatorio que será utilizado por el Consejo de Ministros para votar a favor o en contra de la OPA húngara sobre Talgo.
La CNMV no podrá comenzar a trabajar en la admisión a trámite de la OPA hasta que el Gobierno no dé su aprobación. Si se obtiene este visto bueno, tanto los técnicos del regulador como su junta directiva tendrán que dar también su aprobación. De ser así, se autorizará la OPA y se abrirá un plazo de un mes para que los accionistas que lo deseen vendan sus participaciones al precio pactado en efectivo y por la totalidad del capital. El precio está fijado en cinco euros por acción, lo que supondría valorar la compañía en 619 millones de euros. Magyar deberá presentar un aval bancario que demuestre que dispone de los fondos necesarios para la operación.
El interés de Magyar Vagon por Talgo se inició en diciembre de 2022. En ese momento, un representante de Magyar firmó un contrato de confidencialidad e intercambio de información con Trilantic, el principal accionista de Talgo. A partir de ahí, comenzaron las negociaciones sobre los términos de la operación. El 9 de febrero de este año, Magyar reconoció oficialmente su interés en la adquisición de Talgo ante el regulador, aunque no publicó el anuncio de la OPA hasta el 7 de marzo.
La operación también tendrá que ser aprobada por otras autoridades extranjeras. Entre ellas, la Comisión Europea y las autoridades de la competencia de los países donde Magyar ya opera: Albania, Kosovo, Montenegro, Serbia, Egipto, Arabia Saudí y la Autoridad de Negocios de Dinamarca.
El Gobierno tiene un papel crucial en el avance de la OPA de Magyar sobre Talgo. Sin embargo, no parece predispuesto a aprobarla por el momento. Algunos ministros han expresado públicamente sus dudas sobre la operación, alegando la sospecha de que detrás de la compra puedan estar inversores rusos. También se ha planteado la posibilidad de declarar a Talgo como empresa estratégica para evitar la entrada de inversores extranjeros.
Por otro lado, Magyar Vagon insiste en que no tiene ninguna relación con Rusia, ni en términos de inversión ni de negocio. En un intento de avanzar en la operación, la empresa húngara comenzará una ronda de contactos y reuniones con los representantes de las diferentes carteras del Consejo de Ministros que influyen en la operación, así como con Renfe, a la que Talgo debe entregar un importante lote de trenes de alta velocidad que acumulan años de retrasos.
La empresa húngara quiere aportar a Talgo su capacidad industrial, que le permitirá cumplir y acortar los plazos de entrega de los trenes, gracias a sus ocho fábricas en el país, que suman más de medio millón de metros cuadrados y una plantilla de casi 2.500 trabajadores. Además, la empresa húngara quiere garantizar al Gobierno español la continuidad de las operaciones de Talgo en España, el empleo, su sede y la cotización en el parqué nacional.