Los universitarios tienen casi un 10% más de posibilidades de trabajo que los jóvenes con formación profesional

La educación superior se ha popularizado en los últimos años, sin embargo, la utilidad de un título universitario ha estado en discusión. ¿Realmente garantiza un empleo a los jóvenes? Según datos de 2021, la tasa de empleo para personas entre 25 y 34 años con estudios superiores fue del 78,2%, en comparación con el 68,9% de aquellos con estudios de bachillerato o Formación Profesional (FP).

El aumento de la brecha en la tasa de empleo

Hace veinte años, la tasa de empleo para los jóvenes con formación universitaria era del 75,7%, y para aquellos con educación secundaria superior, era del 72,9%. Los jóvenes con estudios de primaria o ESO tuvieron una tasa de empleo del 59,2%, mientras que en 2001 fue de 64,6%. Esta brecha en la tasa de empleo entre los jóvenes españoles con nivel de estudios secundario superior y universitario ha aumentado seis puntos en 20 años, siendo más alta entre los estudiantes con formación superior.

El análisis realizado por Lígia Ferro, de la Universidad de Oporto, y Pedro Abrantes, de la Universidad de Aberta y el ISCTE – Instituto Universitario de Lisboa, en el informe titulado ‘Jóvenes, oportunidades y futuros’, revela que la brecha en la tasa de empleo entre los jóvenes con educación superior y los que alcanzaron un nivel de educación primaria y ESO también ha aumentado en más de ocho puntos a favor de los universitarios.

¿Cómo se compara España con Europa?

En 2021, el 35% de los jóvenes en España tenía estudios de educación básica, el 25% tenía un nivel de educación secundaria y el 40% restante tenía estudios superiores. Ese mismo año, la media europea de jóvenes con estudios básicos era del 16%, frente al 48% de jóvenes con estudios secundarios superiores y al 36% de jóvenes con formación superior.

Desde una perspectiva europea, entre 2001 y 2021, la brecha en la tasa de empleo aumentó más de seis puntos a favor de los jóvenes con estudios universitarios. En 2021, la tasa de empleo para aquellos con una carrera universitaria fue del 85,1%, mientras que aquellos con estudios de primaria o ESO tuvieron una tasa de empleo del 56%.

El impacto de la educación en el mercado laboral

Abrantes sugiere que, aunque la brecha de empleo ha aumentado en la última década entre los jóvenes con estudios de bachillerato y con FP, los segundos tienen tasas de empleo más altas. Sin embargo, advierte de un riesgo de polarización con las personas que no terminaron sus estudios.

Ferro sostiene que los datos muestran que los jóvenes con bajos niveles de escolarización tienen más problemas para acceder a un trabajo que aquellos con titulaciones superiores. Además, señala que en el sur de Europa, los jóvenes trabajan muchas horas y la remuneración no suele ser compatible con ello, subrayando la importancia de garantizar no sólo el acceso al trabajo sino también el tiempo libre.

El reto de la temporalidad contractual

El informe también incluye un estudio titulado ‘¿Las reformas laborales han reducido la temporalidad de los jóvenes?’, realizado por Alejandro Godino y Óscar Molina, del Centre de Estudios Sociológicos sobre la Vida Cotidiana y el Trabajo (QUIT) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y por Fátima Suleman, del Instituto Universitario de Lisboa (ISCTE-IUL). Según este estudio, la reducción de la temporalidad juvenil fue del 10,4% en 2022, y del 21,2% en el segundo trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo de 2017.

La importancia de las relaciones sociales

El tercer estudio del informe revela que los jóvenes españoles son los que se sienten más próximos a sus padres (56,6%), seguidos de los griegos (51,1%) y los portugueses (49,5%), muy por encima de la media europea (37,9%). El nivel de aislamiento social de los jóvenes, comparando la situación en España y Portugal con la media de la Unión Europea, muestra que este aislamiento es mayor en jóvenes de origen extranjero, con mayor vulnerabilidad económica y en situación de desempleo, aunque en general este aislamiento es menor en España.