La Fiscalía pide archivar la causa contra los cuatro policías procesados por el caso del activista que perdió un ojo
El Ministerio público ha solicitado el archivo de la causa contra los cuatro policías procesados por la actuación en la que el activista Roger Español perdió un ojo tras recibir el impacto de una pelota de goma. Este suceso tuvo lugar en Barcelona durante los intentos de impedir el referéndum del 1-O. Según el escrito de la Fiscalía, los agentes actuaron en cumplimiento de su deber, lo que constituiría una eximente de responsabilidad criminal. Añade también que, habiendo transcurrido casi siete años, los delitos de lesiones habrían prescrito.
A raíz del disparo de un proyectil de caucho durante la actuación de los policías en la escuela Ramon Llull de Barcelona, la Fiscalía sostiene que los agentes estaban en cumplimiento del mandato judicial para impedir la votación. Previamente al lanzamiento, los agentes habrían empleado un uso progresivo de medios, en el contexto de una actuación acorde a los principios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad.
Las órdenes y ejecución del disparo
El máximo responsable del despliegue en la zona fue quien dio la orden de disparar proyectiles. Esta orden fue trasladada por el subjefe de uno de los grupos y ejecutada finalmente por el escopetero. Este último es considerado por la Fiscalía como el «autor material del disparo lesivo». La víctima, Roger Español, con el apoyo de Irídia, Òmnium y la ANC, presentó una querella contra el agente que le causó la lesión y contra sus superiores, alegando un uso antirreglamentario de las pelotas de gomas.
Como resultado, en junio de 2023, el Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona procesó a cuatro agentes por su actuación. Entre ellos se encontraba el funcionario que disparó e hirió a Español, por incumplir las medidas de seguridad que contempla la circular sobre el uso de material antidisturbios. También se procesó al máximo responsable de dicha actuación.
La Fiscalía defiende que el funcionario disparó para disuadir a un grupo de personas cuya actitud suponía un riesgo tanto para policías como para otros ciudadanos. Según el escrito, la orden de lanzar pelotas de goma se emitió tras el lanzamiento de múltiples objetos contra la línea policial. Esta medida ha sido descrita por el jefe de grupo como un «último recurso».
El informe pericial elaborado por los Mossos determinó que entre el lanzador y Roger Español había una distancia de unos 14 metros. La fiscal señala que el «disparo lesivo», por el que el activista perdió un ojo, se produjo instantes después de que este mostrara una conducta de hostilidad y acometimiento hacia los policías.
Roger Español, además de ser víctima, fue imputado por un presunto delito de atentado contra la autoridad debido a su comportamiento durante la protesta. Por este motivo, el Ministerio público pide que Roger Español sí se siente en el banquillo.
Pérdida de órgano y torturas
Por otro lado, Irídia solicita juzgar a los cuatro policías por un delito de lesiones con pérdida de órgano principal y uno de torturas, delitos excluidos de la ley de amnistía. Irídia sostiene que la concentración ante el colegio Ramón Llull había comenzado apenas unos minutos antes de que el inspector acusado ordenara usar las porras para dispersar a los manifestantes sin que concurriese ninguna situación de peligro para los agentes de la UIP.
Finalmente, será la Audiencia de Barcelona la que tendrá que decidir si sienta o no en el banquillo a los cuatro policías y a Roger Español, o si archiva la causa contra alguno de ellos.