Colocación asientos en la fabrica del grupo Chery en Wuhu (China).

La Unión Europea amenaza con aranceles a los coches chinos: un disparo al aire o un intento de acuerdo bilateral comercial

La Unión Europea (UE) ha anunciado la implementación de nuevos aranceles a los coches eléctricos que vengan de China, una medida que entrará en vigor el 4 de julio. Esta medida es vista por algunos como un disparo al aire, pero el verdadero objetivo podría ser buscar un acuerdo bilateral comercial con China para equilibrar las condiciones entre ambos mercados.

Zhang Guibing, director general de Chery Internacional, ha respondido a la amenaza de aranceles de la UE diciendo que es normal y que entienden que Europa quiera proteger su industria local. «Nosotros no vamos a cambiar nuestra manera de trabajar. Chery es una marca que exporta desde hace muchos años y desde que empezamos en 2001 nos hemos enfrentado a muchas políticas regulatorias», afirmó Guibing.

La Protección Industrial Bajo La Lupa

El órdago de la Comisión Europea parece ser más un disparo al aire que una idea fundamentada. La intención política de esta imposición de aranceles de hasta el 38,1% es buscar un acuerdo bilateral comercial con China para conseguir condiciones semejantes entre ambos mercados.

En estos momentos, la balanza comercial está a favor de los chinos, los coches europeos que China importa de Europa pagan un 15%, mientras que en el otro sentido, ellos solo pagan el 10%. Esta diferencia busca encontrar un equilibrio en el que todos los fabricantes europeos estarían de acuerdo para «jugar con las mismas reglas».

El fondo de la cuestión no es solo el coche eléctrico. El avance de la electrificación en Europa es muy desigual y es por eso que la preocupación de los chinos es relativa. China está empezando a traer coches híbridos enchufables, por lo que la política arancelaria debería ser distinta ya que a priori solo afectaría a los eléctricos puros, según la nota de la Comisión Europea.

El Verdadero Objetivo: Un Acuerdo Comercial Bilateral

La Comisión Europea ha pedido una solución compatible con la Organización Mundial de Comercio (OMC), según declaraciones de Margaritis Schinas, vicepresidente del colegio de comisarios de la Comisión Europea. La gran mayoría de los constructores europeos no ven con buenos ojos la imposición de aranceles a los chinos, porque su mentalidad es más moderna y su perspectiva más amplia y global que la de los dirigentes de la Unión Europea.

Seat (que engloba Seat y Cupra) ya ha manifestado su opinión en este sentido. El modelo Cupra Tavascan estaría afectado por la medida, de entrar en vigor, porque se fabrica en China. «El comercio libre y justo y los mercados abiertos son la base de la prosperidad, el empleo y el crecimiento sostenible en todo el mundo. En general, los derechos compensatorios no son adecuados para reforzar la competitividad de la industria automovilística europea a largo plazo: los rechazamos», apuntaban desde Seat.

El Grupo Stellantis, el mayor de Europa, también muestra su opinión en esta línea. «Como empresa global, Stellantis cree en la competencia libre y justa en un entorno comercial mundial y no apoya medidas que contribuyan a la fragmentación mundial.»

En el mismo sentido, BMW critica la medida. Oliver Zipse, CEO de BMW, ha señalado que los aranceles «son el camino equivocado. La Comisión Europea está dañando a las empresas europeas y a los intereses europeos. Las medidas proteccionistas no nos ayudan a competir en los mercados internacionales».

La marca china MG (perteneciente a SAIC Motors), una de las que estaría más afectadas, muestra su «oposición a la medida comercial proteccionista, y creemos que supondrá una barrera significativa para el mercado. Estamos preocupados por el impacto que los aranceles tendrán inevitablemente en los clientes. La elevada tasa de aranceles también tendrá un impacto negativo sustancial en la cadena de suministro, la innovación y la cooperación en el mercado».

China Busca Negociar

La Cámara de Comercio de China ante la Unión Europea ha manifestado que «China tiene abundantes contramedidas correspondientes, pero el país está más dispuesto a negociar con la UE para evitar en la medida de lo posible una guerra comercial».

Para intentar paliar los efectos de posibles aranceles, los fabricantes chinos siguen con su estrategia y empiezan a construir y compartir fábricas en suelo europeo. Chery (con Zona Franca en Barcelona junto a Ebro), BYD y también Geely están trabajando para empezar a ensamblar en suelo europeo, y en un espacio relativamente corto de tiempo puedan empezar a fabricar aquí. Con el sello ‘hecho en Europa’ y salvar así posibles contramedidas arancelarias.