Cuando el Índice de Costos de Consumo (IPC) logró tocar techo en la región euro meses atrás, en este momento la preocupación apunta hacia la inflación subyacente, que por ahora no para de marcar máximos. A unos días para revisar si conquista un nuevo récord o no, hay investigadores que piensan que «el pico está a puntito de acontecer». Pero el panorama no está exento de indecisión, lo que puede conducir los modelos de interés hasta el 4%.
Los especialistas de Bank of America aguardan que la tasa subyacente se desacelere 20 puntos básicos en el mes de febrero, hasta el 5,1%. Un descenso «impulsado por una desaceleración en los servicios y los artículos manufacturados, pero con los servicios realizando el trabajo pesado».
De cumplirse, supondría un cambio de rumbo, en tanto que en los últimos meses el IPC subyacente no hizo mucho más que acrecentar, hasta tocar el récord del 5,3% en el primer mes del año. Desde ahí, la indecisión sobre la fuerza de la caída y la agilidad es grande.
«Esta indecisión tiene la posibilidad de tener secuelas esenciales», señalan los investigadores. En verdad, si, como ciertos calculan, la inflación subyacente se sostuviera superior al 5% a lo largo del primer semestre, «sería un ámbito que de manera fácil podría mover la tasa de depósito terminal del Banco Central Europeo (BCE) al 4%, salvo que algo se rompa antes que lleguemos allí», dicen en Bank of America.
No obstante, no existe nada que se logre ofrecer por sentado. «seguramente sea pronto para decirlo y las divisiones son muchos profundas a fin de que esto ocurra próximamente». Además de esto, «hoy, no está nada claro que consigamos alguna orientación para mayo en la asamblea de marzo y podríamos estar lidiando con seis semanas mucho más de dependencia extrema de los datos, alegato contradictorio del banco central y mucha volatilidad«, afirman.
Con este panorama, prevén que va a haber un incremento de géneros de interés de 25 puntos básicos en el mes de mayo, «pero todo es dependiente de una desaceleración de la inflación subyacente desde este momento hasta el momento». Si al final no sucede esta caída, una subida de 50 puntos básicos «precisamente estaría en juego».
Por su lado, en Oxford Economics auguran «únicamente una modesta relajación» en la inflación subyacente de febrero y piensan que se sostendrá «considerablemente más recia» que la tasa general en el lapso de 2023: «Semeja que se sostendrá tercamente alta en los próximos meses». Y esto va a ser, a su parecer, el primordial razonamiento que usará el BCE para justificar la necesidad de un mayor endurecimiento capital. Ven una «prácticamente segura» subida de géneros de 50 puntos básicos en el mes de marzo y, «salvo una caída inopinada de las presiones sobre los costos», otra de 25 puntos básicos en el mes de mayo. «La posible persistencia de las presiones sobre los costes latentes va a ser el razonamiento central a fin de que el BCE siga subiendo los modelos en los próximos meses», concluyen.