El Papa acepta el consejo de los médicos y sigue el Vía Crucis nocturno desde su casa

El Papa Francisco no participará en el Vía Crucis de Viernes Santo

En un giro sorprendente de los eventos, el Papa Francisco ha elegido abstenerse de participar en el Vía Crucis que se llevará a cabo en el Coliseo de Roma este viernes por la noche. Según los informes del Vaticano, esta decisión se tomó con el objetivo de preservar la salud del Pontífice para las celebraciones que se llevarán a cabo durante la Vigilia de Pascua y la Misa del Domingo de Resurrección.

El Vía Crucis, que en latín significa «Camino de la Cruz», es una práctica devocional que conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo. Se realiza tradicionalmente en el Coliseo de Roma, uno de los monumentos más icónicos de la ciudad, y atrae a miles de peregrinos de todo el mundo cada año. Sin embargo, la participación del Papa Francisco en este evento ha sido una constante desde el inicio de su pontificado en 2013.

El Papa Francisco es conocido por su compromiso con las prácticas devocionales y litúrgicas de la Iglesia Católica. A lo largo de su pontificado, ha escrito catorce meditaciones de gran valor místico, que han sido ampliamente reconocidas como las más íntimas de su pontificado.

La decisión de no participar en el Vía Crucis de este año ha sido recibida con sorpresa por muchos, pero también con comprensión. A los 86 años, el Papa Francisco ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo una operación de colon en 2021 y problemas recurrentes de ciática que han afectado su movilidad.

El papel del Papa en el Vía Crucis incluye la lectura de meditaciones en cada una de las catorce estaciones que representan los eventos de la Pasión de Cristo, desde su condena a muerte hasta su sepultura. Este papel requeriría que el Papa estuviera de pie durante la mayor parte de la ceremonia, lo cual podría ser desafiante dada su actual condición de salud.

El hecho de que el Papa Francisco haya tomado la decisión de preservar su salud para la Vigilia de Pascua y la Misa del Domingo de Resurrección subraya la importancia de estas celebraciones en el calendario litúrgico católico. La Vigilia de Pascua, que se celebra en la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección, es considerada la «madre de todas las vigilias» y marca el punto culminante de la Semana Santa. La Misa del Domingo de Resurrección celebra la Resurrección de Jesucristo, el evento más importante del cristianismo.

En ausencia del Papa Francisco, el Vía Crucis será presidido por el Cardenal Mauro Gambetti, Arcipreste de la Basílica de San Pedro y Vicario General para la Ciudad del Vaticano. Las meditaciones para cada estación serán proporcionadas por jóvenes de diferentes parroquias de Roma y de la diócesis de Chioggia, en la región del Véneto, noreste de Italia.

A pesar de la ausencia del Papa, se espera que el Vía Crucis atraiga a miles de fieles y sea transmitido en vivo por medios de comunicación de todo el mundo. Este evento es una oportunidad para que los católicos de todo el mundo se unan en oración y reflexión durante la Semana Santa, recordando el sacrificio de Jesucristo y su amor incondicional por la humanidad.

La decisión del Papa Francisco de abstenerse de participar en el Vía Crucis puede ser vista como un recordatorio de la importancia de cuidar nuestra salud física, incluso mientras nos esforzamos por nutrir nuestra espiritualidad. Aunque el Papa Francisco no estará físicamente presente en el Vía Crucis, su espíritu y sus oraciones indudablemente estarán con todos los que participen en esta devoción tan significativa.