Este sábado, en el marco de la conmemoración de la fiesta del apóstol san Pedro en el Vaticano, una delegación encabezada por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, líder de la Iglesia ortodoxa, ha participado en la ceremonia liderada por el Papa Francisco. Una tradición que se repite cada 29 de junio y que este año ha tenido un carácter especial debido al recordatorio que el Papa ha hecho en relación al 1.700 aniversario del Primer Concilio Ecuménico de Nicea que se celebrará en 2025.
Este concilio, celebrado en el año 325, representa el último gran concilio que mantuvieron juntos todos los cristianos antes del gran cisma de Oriente. La referencia a dicho acontecimiento ha sido empleada por el Papa Francisco para reforzar el mensaje de unidad entre los creyentes en Cristo. En sus palabras, el Sumo Pontífice ha expresado su deseo de que «el recuerdo de este importantísimo acontecimiento aumente en todos los creyentes en Cristo Señor la voluntad de testimoniar juntos la fe y el anhelo de una mayor comunión».
Un viaje deseado y un proyecto conjunto
Más allá de las palabras, el Papa Francisco ha manifestado su interés en participar de la conmemoración del aniversario del Concilio de Nicea. Un deseo que ha expresado públicamente y que ha surgido a partir de una invitación realizada por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla y el Dicasterio para la promoción de la unidad de los cristianos. Aunque este viaje es por ahora un proyecto, su realización requerirá del acuerdo con Turquía, país que hasta el momento no ha emitido pronunciamiento al respecto.
Uno de los grandes logros del Concilio de Nicea fue la unificación de la fecha en la que se conmemora la Resurrección de Cristo. En ese sentido, es probable que durante la celebración del aniversario en Nicea, católicos y ortodoxos acuerden celebrar esa fecha el mismo día, lo que tendría consecuencias importantes para la celebración de la Semana Santa, que podría realizarse mucho más tarde.
Además de los ortodoxos, también en 2014, el Papa de la Iglesia copta de Egipto, Tawadros II, solicitó al Papa unificar la fecha de la Resurrección, a lo que Francisco mostró su disponibilidad.
Unificar la fecha de Pascua, una cuestión compleja
La cuestión de unificar la fecha de Pascua es compleja. Según los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, Jesús celebró la cena de Pascua el Jueves Santo; pero según Juan, Jesús murió el día de Pascua. En los primeros siglos, algunas comunidades cristianas celebraban la Resurrección coincidiendo con la Pascua judía, mientras que otras esperaban al domingo sucesivo para distinguirse.
Para resolver la cuestión, el Concilio de Nicea estableció que la Pascua se celebraría el domingo que sigue a la primera luna llena después del equinoccio de primavera y que no podía coincidir con la Pascua judía, en cuyo caso se aplazaría una semana. Sin embargo, la reforma del calendario del Papa Gregorio XIII en 1582 complicó la situación, ya que los países ortodoxos no compartieron dicho cambio.
Aunque han pasado casi 450 años desde que el calendario gregoriano está en vigor, la mayoría de Iglesias ortodoxas siguen calculando la fecha de la Resurrección a partir del calendario antiguo, que tiene un desfase de hasta trece días respecto al nuestro, y que llega a «retrasar» la Pascua hasta cinco semanas.
Entre las posibilidades para unificar la fecha de la Pascua se baraja celebrarla en una fecha fija, como el segundo o tercer domingo de abril; que todos la celebren cuando lo haga la Iglesia de Roma; o que se haga cuando decida la Iglesia ortodoxa.
Su tercer viaje juntos
De confirmarse el viaje a Nicea, sería el tercer viaje que realizan juntos el Papa y el Patriarca ecuménico. En 2014, ambos visitaron Jerusalén para conmemorar los 50 años del primer encuentro entre un Papa y un Patriarca de Constantinopla, Pablo VI y Atenagoras. En 2016, también estuvieron juntos en la isla de Lesbos, en Grecia.
Refiriéndose a las relaciones con la Iglesia ortodoxa, Francisco evocó las palabras de un teólogo ortodoxo, Ioannis Zizioulas, metropolita de Pérgamo, fallecido hace un año. «Bromeaba: ‘Ya sé cuándo será el día de la plena unidad entre cristianos: el día del Juicio Final. Pero mientras tanto, caminemos juntos, recemos juntos y trabajemos juntos’. Esto es muy sabio», ha recordado el Papa.