El Instituto de Crédito Oficial (ICO) se prepara para canalizar hasta 39.862 millones de euros de financiación provenientes de los créditos europeos ‘Next Generation EU’. Este importante movimiento de fondos está destinado a apoyar a empresas y autónomos, y en menor medida también a particulares. Los convenios necesarios para lanzar las tres líneas principales del programa, que suman 34.150 millones de euros, están previstos para ser aprobados por el Consejo de Ministros antes de que finalice el mes, según fuentes gubernamentales. Sin embargo, aún no está claro si será posible hacerlo con el Ministerio para la Transformación Digital para las dos líneas restantes por un total de 5.712 millones.
Las líneas más avanzadas son la ICO-Verde, la ICO Empresas y Emprendedores, y el fondo para aumentar el parque de vivienda social. La ICO-Verde destinará 22.000 millones en créditos a hogares y empresas privadas y públicas para inversiones verdes. La ICO Empresas y Emprendedores dispondrá de 8.150 millones para financiar inversiones empresariales en condiciones favorables. El fondo para incrementar el parque de vivienda social dispondrá de 4.000 millones para la creación de unas 40.000 viviendas asequibles. Las otras dos líneas son el Fondo ICO Next-Tech y el ‘Spain Audiovisual Hub’.
Desafíos y tiempos de implementación
Los convenios con los ministerios son el paso previo necesario para que el ICO firme los acuerdos bilaterales con los bancos interesados en canalizar estos fondos. Se espera que entre 18.700 y 20.000 millones sean canalizados por entidades financieras, que participarán en todas las líneas excepto la Next-Tech. Otros 8.750 millones se canalizarán a través de entidades privadas de capital riesgo, mientras que el resto será manejado directamente por el ICO a través de préstamos directos a compañías y la adquisición de deuda empresarial para proyectos concretos.
El ICO proporcionará los recursos a los bancos, sin embargo, las entidades serán las que realicen las operaciones con sus clientes, asumiendo completamente el riesgo de impago. El tipo de crédito para el banco se determinará en función del coste de la financiación emitida por la Unión Europea, mientras que el coste para el cliente dependerá de factores como el plazo de amortización y su perfil de riesgo.
Los créditos llegarán a la economía con cierto retraso, la idea inicial del Gobierno era que estuvieran disponibles a principios de año, sin embargo, esto se ha demorado más de lo esperado y ahora se espera que estén disponibles más o menos hacia el verano. Algunas fuentes bancarias no descartan que la financiación no esté plenamente operativa y a disposición de las empresas hasta comienzos del otoño.
A pesar de estos retrasos, la industria bancaria comprende la complejidad de las negociaciones con Bruselas. María Abascal, directora general de la patronal AEB, ha señalado varios retos que la banca considera necesarios superar para que los créditos europeos sean exitosos. Es fundamental que los préstamos vayan a proyectos de inversión productiva y no de gasto. Además, la demanda de crédito empresarial ha bajado con fuerza en los últimos trimestres por la subida de tipos de interés, por lo que el gran reto será generar una demanda de crédito solvente suficiente.
El presidente del ICO, José Carlos García de Quevedo, sostiene que es factible que los préstamos lleguen a la economía en el breve periodo de tiempo previsto. Los créditos deben estar formalizados antes del 31 de agosto de 2026, pero los desembolsos pueden ser posteriores en función del proyecto, además de que el dinero que se vaya devolviendo podrá seguir reinvirtiéndose hasta agosto de 2036.
Finalmente, María Abascal expresó su confianza en que las líneas ICO Verde e ICO Empresas y emprendedores tendrán éxito, pero mostró más dudas sobre la línea para promoción de vivienda social y la línea Next-Tech. Enfatizó la importancia de que haya cierta facilidad para realocar estos fondos si una línea no funciona del todo.