El violador de Igualada «no sólo quería agredir a la víctima, quería matarla»

El juicio por la brutal violación de Igualada: El acusado Brian Raimundo C. queda a la espera de la sentencia

El juicio contra el boliviano Brian Raimundo C., de 24 años, acusado por la brutal violación de Igualada, ha quedado visto para sentencia. Durante los informes finales, la fiscal ha descrito el ataque como una «maldad brutal sin finalidad». Una de las acusaciones populares ha apuntado que el acusado «no sólo quería agredir a la víctima, sino que quería matarla», mientras que su defensa sostiene que las pruebas reunidas por los investigadores, incluyendo las imágenes de las cámaras que lo posicionan en la zona cercana a donde un transportista localizó a la menor herida, así como la geolocalización de su móvil, no son suficientes para condenarlo.

La defensa ha pedido al tribunal que, en caso de condenarlo, sea sólo por agresión sexual y se descarte la tentativa de asesinato. Sin embargo, tanto el Ministerio público como el resto de las acusaciones solicitan 45 años de cárcel para Brian Raimundo por ambos delitos. Coinciden en que el acusado actuó «con ánimo ruin, perverso, cobarde y traicionero», según las palabras de la fiscal, Paola Tejada.

Las pruebas que apuntan a Raimundo

Los investigadores pudieron situar a Raimundo en el lugar de la agresión, gracias a las antenas de telefonía, no sólo en el lugar de la agresión, sino también en la misma franja horaria en que ésta se perpetró. Durante el registro de su domicilio, cinco meses después de aquel 1 de noviembre de 2021, los Mossos encontraron las mismas prendas de ropa con las que aparece en las imágenes. En una de ellas, la chaqueta, encontraron ADN de la víctima, que en ese entonces tenía 16 años.

«El acusado ha negado los hechos, dice que había bebido, no se reconoce en las imágenes, y dijo que encontró la chaqueta en la calle. Es un relato poco coherente», ha apuntado la fiscal. Los investigadores llegaron hasta el sospechoso gracias a un vídeo de aquella misma noche, en el que se captó un incidente vandálico contra un vehículo, protagonizado por un grupo de jóvenes, entre los que estaba Brian.

La defensa insiste en que, siendo una prenda de color oscuro, no desmonta su relato: perdió su chaqueta, y se apropió de otra que encontró en la calle porque «tenía frío». Raimundo alegó también tener problemas con el alcohol, y que aquella noche, tras ingerir una gran cantidad, así como fumar «marihuana y chocolate», se quedó dormido en un banco. Cuando se recuperó, decidió volver a su casa, para lo que buscó el recorrido en Google Maps.

Este recorrido es otro de los indicios en su contra: el pantallazo hallado en su teléfono, que marcaba la ruta desde escasos metros donde apareció herida la víctima hasta su domicilio, en la calle San Sebastián de Igualada. Las cámaras del recorrido demuestran que, efectivamente, recorrió dicho camino. En un callejón oscuro, estaba la menor. Prácticamente desnuda, en una fría madrugada, y con lesiones de mucha gravedad.

Además del traumatismo craneal que pudo «haberle causado la muerte desde el minuto uno» -en palabras del médico forense- sufrió importantes desgarros internos y pudo igualmente fallecer por hipotermia. «Si no hubiera sido por la actuación temprana del camionero, se habría producido la muerte de la víctima», ha recordado la fiscal. Fue un transportista quien localizó a la menor y alertó a Emergencias.

Las acusaciones sostienen que Brian Raimundo, que esta mañana declinó hacer uso de su derecho a la última palabra, buscó causar el máximo dolor a la víctima. Ahora la sentencia está en manos del tribunal de la Sección 10ª.