Trabajadores en una oficina, en una imagen de archivo.

Reevaluando las Horas de Trabajo: España Apunta a la Reducción de la Jornada Laboral

En un movimiento audaz hacia la modernización de su sector laboral, el gobierno español ha prometido implementar una reducción en la jornada laboral, de 40 a 37.5 horas, a partir del 1 de enero de 2025, con miras a reducir aún más la jornada laboral a 35 horas para 2026. Esta acción, actualmente en negociación con los sindicatos y la patronal, transformaría a España en el tercer país de la Unión Europea con una jornada máxima establecida por ley inferior a las 40 horas.

Este cambio contrasta con la decisión de Grecia que recientemente anunció una ampliación a 48 horas semanales para algunos sectores. La medida plantea un debate fundamental: ¿trabajar menos aumenta la productividad? El gobierno español ha sostenido que sí, argumentando que la reducción de la jornada laboral será positiva para las empresas. Sin embargo, la respuesta a esta pregunta no es unánime, y las diferentes medidas tomadas por cada país reflejan las divergentes opiniones entre los expertos.

Interpretando los Indicadores de Productividad

Los indicadores de productividad se suelen calcular por persona empleada y hora trabajada. Según las estadísticas de Eurostat, los países con una jornada laboral media más corta suelen ser más productivos. España, con una jornada laboral media de 36.4 horas, se sitúa por encima de la media europea, pero su productividad es algo menor. Por otro lado, países como Francia, Dinamarca, Países Bajos y Finlandia, registran jornadas laborales más cortas y una mayor productividad por hora trabajada.

La cuestión de si trabajar menos horas aumenta la productividad, o si es el aumento de productividad el que lleva de manera natural a una menor jornada laboral, sigue siendo un tema de discusión. Rafael Doménech, catedrático de Análisis Económico en la Universidad de Valencia, defiende la segunda postura.

Según un estudio citado por Doménech, la medida, al no derivarse de manera natural de una mayor productividad, implicaría un aumento de los costes laborales equivalente al 1,5% del PIB. Sin ayudas estatales, esto se traduciría en una tasa de paro de «unas 8 décimas más cada año», ya que las empresas se concentrarían en sus actividades más productivas, minimizando los gastos del resto.

Implicaciones de una Reducción Artificial de la Jornada Laboral

Otros expertos, como los firmantes de un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), sostienen que una reducción artificial de la jornada laboral aumenta la productividad, pero podría requerir una mayor contratación de personal para mantener el ritmo productivo anual de la empresa. Esto contribuiría a reducir el paro estructural, pero tendría unos costes añadidos que el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España ha cifrado en 15.300 millones de euros. Sugieren que estos costes deberían ser asumidos por el Estado, al menos en primera instancia.

Juliet Schor, economista y profesora de Sociología en el Boston College, propone un tercer escenario en el que no suceda nada. Argumenta que una reducción a 37.5 horas es una disminución pequeña, fácil de absorber sin pérdidas de productividad en el cómputo anual. Según Schor, la clave está en realizar una adaptación ordenada al nuevo marco, optimizando ciertos procesos, como limitar las reuniones y los correos electrónicos.

La Regulación de la Jornada Laboral: ¿Por Ley o por Convenio Colectivo?

En términos de regulación, existe una diferencia entre lo que establece la ley y lo que se negocia en los convenios colectivos de los trabajadores, que es la modalidad que propone la patronal Fedea para reducir la jornada laboral. En los países nórdicos, por ejemplo, la jornada laboral negociada en convenios es entre una hora y una hora y media más corta que en España.

Los estados miembros con una jornada laboral pactada por convenio más corta en Europa son Francia y Alemania, con 35.6 horas semanales, según el estudio Overtime in Europe: Regulation and Practice. Solo 10 países llegan a la jornada laboral máxima de 40 horas. España, por su parte, tiene una jornada laboral media pactada de 38.4 horas.

La reducción de la jornada laboral es un tema complejo y multifacético. A medida que las negociaciones continúan, los expertos, los sindicatos, la patronal y el gobierno español tendrán que sopesar cuidadosamente los beneficios y desafíos de esta medida y cómo impactará tanto a la productividad como al bienestar de los trabajadores.

Por Daniel