Dos astronautas de la NASA, 'atrapados' en la Estación Espacial sin fecha de vuelta a la Tierra

El tan esperado vuelo de ensayo de la Starliner, la nave espacial de Boeing, ha sido una serie de desafíos y dificultades desde el principio. La nave, que fue probada con tripulación por primera vez hace casi un mes, ha presentado problemas que han llevado a la compañía y a la NASA, la agencia para la que prestará servicio la nave, a retrasar indefinidamente el regreso de los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, ambos ex pilotos de pruebas de la Marina de los EE. UU. y comandante y piloto respectivamente.

««No vamos a fijar una fecha específica hasta que completemos algunas pruebas, observemos la secuencia de fallos y luego entendamos el camino a seguir», explicó Steve Stich, responsable del programa de tripulación comercial de la NASA. Mientras que Mark Nappi, vicepresidente y director del programa de tripulación comercial de Boeing, aseguró que una vez que todos los test estén completos, se reunirán y se asegurarán de haber hecho todo lo necesario para comprender el sistema y, luego, regresar a casa sanos y salvos.

Problemas desde antes de despegar

La travesía de la Starliner ha sido problemática desde antes del despegue. Después de años de retrasos, la nave finalmente se montó sobre la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, con la intención de despegar con tripulación a bordo por primera vez el pasado 6 de mayo. Sin embargo, dos horas antes del despegue, se canceló debido al fallo en la válvula de escape de oxígeno del cohete Atlas V. Durante la revisión de este problema, se encontró otro: una fuga de helio en la nave, que retrasó una semana el despegue.

El 6 de junio, la Starliner finalmente despegó desde Florida, con destino a la Estación Espacial Internacional (ISS). Pero los problemas continuaron. Después de alcanzar la órbita terrestre, la tripulación detectó dos fugas adicionales de helio. No solo eso, sino que también experimentaron problemas con los propulsores de la nave: 5 de sus 28 motores de reacción no respondieron correctamente. Esto obligó a Williams y Wilmore a abortar su primer intento de acoplamiento en la ISS y a intentarlo nuevamente una hora después, esta vez con éxito.

Desde entonces, los astronautas han estado realizando diversas pruebas en la Starliner. A pesar de los problemas, tanto Boeing como la NASA aseguran que la nave está «estable y preparada para abandonar la ISS en caso de emergencia», ya que las fugas se han estabilizado y podría amerizar sin los propulsores dañados. Sin embargo, esto no ha disipado la necesidad de realizar pruebas adicionales en tierra, específicamente en las instalaciones de pruebas de White Sands, en Nuevo México, para entender completamente qué está sucediendo con los propulsores.

Debido a la incertidumbre en torno a estas pruebas y el tiempo que tomarán, ni la NASA ni Boeing han establecido una fecha para el regreso de la Starliner.

Mientras tanto, Wilmore y Williams seguirán ocupados con otras tareas en la ISS, como el mantenimiento y la asistencia en otros experimentos. «Sabían que se trataba de un vuelo de prueba y que tendríamos que aprender. Todo esto es bueno, no es nada inesperado», señaló Nappi, quien agregó que ambos astronautas están contentos de estar en la ISS.

Este no es el primer viaje al espacio para la Starliner. En 2019, realizó su primer despegue sin tripulación con destino a la ISS, pero nunca llegó debido a un problema con el software. Hubo otro intento en 2022, donde la nave finalmente se acopló correctamente al laboratorio espacial, aunque se detectaron algunos problemas durante las operaciones y después en la reentrada.

La Starliner es el resultado de un acuerdo de 4.200 millones de dólares (más de 3.900 millones de euros) firmado en 2014 entre Boeing y la NASA para crear este ‘taxi espacial’ y dejar de depender de las naves Soyuz rusas, que hasta 2020 fueron la única forma de que los astronautas llegaran a la ISS. La NASA también confió en SpaceX, que diseñó la nave Crew Dragon, que ha estado operando regularmente en la órbita terrestre desde principios de esta década. Por lo tanto, Boeing tiene mucho en juego en la prueba de Starliner con astronautas a bordo.