Operarios, trabajando en una obra.

La economía española experimentó un crecimiento del 2,5% en 2023, pero sorprendentemente, la inversión pública y privada cayó en ese mismo año, desconcertando a los economistas. En particular, la formación bruta de capital retrocedió un 0,5% en 2023 en comparación con el año anterior. Esta caída es especialmente sorprendente dado que se produjo a pesar de la inyección de fondos europeos Next Generation EU.

Expertos señalan la ejecución lenta de los fondos europeos como un factor que explica la decepcionante evolución de la inversión. Otro factor a tener en cuenta es la “memoria de la crisis financiera”, que ha llevado a las empresas a centrarse en el desendeudamiento.

El responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafel Doménech, expresó su preocupación por el retraso en la recuperación de la inversión. A pesar de los fondos europeos, la inversión privada en España se ha desacoplado, lo que Doménech calificó de «factor preocupante».

En 2007, antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, la inversión alcanzó su pico. Sin embargo, se desplomó un 40% hasta tocar fondo en 2013. Desde entonces, la recuperación ha sido constante, hasta que se produjo un retroceso del 0,5% en 2023.

Según Funcas, la inversión en bienes de equipo en España está por debajo de los niveles prepandémicos, lo que contrasta con la trayectoria creciente en el conjunto de la eurozona. España es el país de la UE donde más ha caído la inversión en bienes de equipo en comparación con 2019.

Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económico, vinculado a la patronal CEOE, certificó que España ha estado invirtiendo por debajo de la UE en los últimos 25 años.

En 2023 se produjo una ralentización en la recepción de fondos europeos Next Generation, que España es el segundo país receptor. El calendario electoral impidió aprobar algunas reformas pendientes en tiempo, lo que retrasó la solicitud del cuarto pago de 10.000 millones.

Un informe reciente de la escuela de negocios Esade señala que España ha ejecutado solo el 41% del total de 80.000 millones en fondos europeos Next Generation EU asignados.

Después de la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, las empresas españolas tenían un nivel de endeudamiento muy alto, que rozaba el 120% del PIB. Desde 2009, se ha recortado la deuda sobre PIB de las empresas en 54 puntos, situándose en torno al 65% del PIB.

Las empresas parecen preferir desendeudarse a invertir, lo que Raymond Torres, de Funcas, interpreta como una manifestación de la «memoria de la crisis financiera«.

En 2023, la caída de la inversión se produjo a pesar del crecimiento de los beneficios empresariales. La encuesta trimestral de la Central de Balances del Banco de España señala un crecimiento del beneficio empresarial del 7,5% en los tres primeros trimestres de 2023.

Mirando hacia el futuro, se espera una recuperación intensa de la inversión. Gregorio Izquierdo es optimista y espera que los fondos europeos que se han retrasado se materialicen en el futuro. Además, prevé que el crédito empresarial se acelerará después del verano.

Funcas también prevé un efecto de arrastre favorable en 2025 debido a la recepción de fondos europeos y al bajo nivel de endeudamiento de las empresas españolas.

Por Daniel