El domingo fue un día de celebración para el Real Madrid, no solo porque estuvieron a un solo triunfo de conquistar la ACB, sino también porque fue un día de homenaje para Rudy Fernández, el alero que anotó 14 puntos en solo 14 minutos. Con un juego impecable sin ningún fallo en el lanzamiento y con cuatro triples, Fernández fue el héroe de la noche, llevando a los blancos a la victoria sobre un casi invencible UCAM Murcia.
El baloncesto es un deporte de héroes y leyendas, y Fernández, que probablemente estaba viviendo sus últimos minutos en la catedral blanca, demostró que es uno de ellos. A pesar de que esta será su última temporada en el baloncesto, el balear demostró que todavía tiene mucho que ofrecer. Tras el partido, se besó el escudo y no pudo contener las lágrimas, un gesto que quedará en la memoria de todos los aficionados del Real Madrid.
El valiente UCAM Murcia no se rinde
El UCAM Murcia, por su parte, demostró que no conoce el miedo. Cada posesión de esta final de la ACB fue una prueba de su valentía y de su determinación para demostrar que nadie le ha regalado nada. Incluso los jugadores menos destacados del equipo, como Diagné, demostraron su valía.
El partido fue un constante tira y afloja, con el Real Madrid jugando de manera muy fluida y el UCAM Murcia resistiendo con todas sus fuerzas. Kurucs, por ejemplo, fue un dolor de muelas constante para los blancos, tanto en defensa como en ataque. A pesar de su empuje y de algunas genialidades de Sleva, los blancos lograron mantener una ligera ventaja en el marcador durante el primer cuarto.
El UCAM Murcia no se dio por vencido y gracias al tándem formado por Caupain y Morin, los visitantes lograron poner en aprietos al Madrid en varios momentos del partido. Sin embargo, el Madrid supo reponerse a cada golpe y, con un salvaje mate de Yabusele tras un rebote ofensivo, logró desatar la locura en el WiZink.
El Madrid siguió apretando en los últimos minutos, y Rudy Fernández castigó dos errores defensivos del UCAM con dos triples, ambos desde la misma posición. Este fue un golpe duro para el equipo visitante, que había jugado una gran primera parte pero que no pudo mantener el ritmo ante un Madrid que no permite desconexiones y que sabe aprovechar cada oportunidad que se le presenta.
Los visitantes parecían quedarse sin gasolina, y Musa aprovechó esta situación para anotar un gran triple tras tres rebotes ofensivos consecutivos. A pesar de todo, el UCAM Murcia, gracias a Sleva y a su infinito coraje, logró mantenerse con vida.
El último cuarto del partido fue un auténtico nudo de emociones. Rudy Fernández, tras un choque con Radovic, se llevó las manos a la rodilla derecha, pero poco después deshizo el nudo con un fantástico triple que elevó la ventaja local hasta los ocho puntos.
Justo cuando parecía que la resistencia del UCAM Murcia estaba a punto de quebrarse, Hezonja, que no había tenido su mejor noche, mató la resistencia con un disparo de tres puntos. Fernández replicó la acción, y las gradas se rindieron por completo a su ídolo. El homenaje a Rudy se hizo eterno, y el alero no pudo contener las lágrimas mientras se besaba el escudo. La victoria del Real Madrid se hizo efectiva mientras su héroe se deshacía entre tanto cariño.