Valentina Petrillo se ha convertido en la primera atleta transgénero en unos Paralímpicos y pisará la pista violeta del Estadio de Francia el 3 de septiembre para la prueba de 400 m categoría T12 (personas con discapacidad visual).
Incluso antes de tener su primera carrera en París, la italiana sabe que entrará en la historia al convertirse en la primera deportista transgénero en participar en unos Juegos Paralímpicos y espera abrir el camino a nuevas deportistas: «Espero ser la primera de muchas», apunta la velocista. Su discapacidad visual no ha frenado la progresión de la atleta que ha reconocido que cumplirá uno de los sueños de su infancia: «Viviré el momento más importante de mi carrera deportiva y cumpliré el sueño de mi infancia», aseguró Valentina.
A sus 51 años, la velocista tiene una espinita clavada, ya que se quedó a muy poco de participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio en 2021. Desde entonces, esta atleta, que sufre desde la adolescencia la enfermedad de Stargardt, un problema ocular genético que conlleva perder progresivamente la visión, se puso un objetivo: Llegar a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Recordemos que hace ya tres décadas, Petrillo no pudo clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Atlanta-1996: «Cuando era un hombre, no me sentía yo misma. Siempre corría con el freno de mano puesto, no era una persona feliz, tan feliz como lo soy ahora, aunque tenga unos años más», declaró Valentina Petrillo.
Un tratamiento hormonal le permitió cumplir con el reglamento
Nacida en un cuerpo de hombre y actualmente casada, la atleta hizo lo que ella misma llama su salida del armario en 2017 y comenzó a vivir como mujer, antes de iniciar su transición y de convertirse en mujer a ojos de la administración italiana en 2023. Después de estar dedicada al fútbol cinco en una categoría de personas con discapacidad visual (parecido al fútbol sala) y representar a Italia en los torneos más importantes, Petrillo acabó por volver a sus orígenes, los 200 metros.
Un tratamiento hormonal le permitió cumplir con el reglamento de la Federación Internacional de Atletismo para poder participar en las pruebas femeninas. En 2023, ganó dos medallas de bronce en los campeonatos del mundo de atletismo en París en la categoría de 200 y 400 metros.
Además de dedicarse al deporte de alto rendimiento, es ingeniera informática y entrena de una hora y media a tres horas todos los días, excepto los domingos, la velocista tiene en mente cumplir unos objetivos ambiciosos en estos Juegos Paralímpicos: «Quiero mejorar mis récords personales, 25 segundos 77 centésimas en los 200 m y 58 segundos y 01 centésimas en los 400 m. Si lo consigo, no estaré lejos de las medallas», confirmó la italiana.
El camino lo abrió la halterófila neozelandesa Laurel Hubbard, cuando en los Juegos Olímpicos de Tokio (2020), se convirtió en la primera deportista transgénero en participar en unos Juegos Olímpicos. La italiana quiere repetir la hazaña en los paraolímpicos de París, pero si algo tiene claro es que su recorrido puede estar marcado por las críticas y las amenazas en redes sociales, como ha sucedido durante los recientes Juegos Olímpicos con las boxeadoras argelina Imane Khelif y taiwanesa Lin Yu-ting, que se vieron en el centro de una polémica por cuestiones de género: «Sé que voy a tener críticas, que no van a comprender porqué hago esto, pero estoy aquí, he luchado durante años para llegar donde estoy y no tengo miedo, así soy yo», aseguró la atleta.
Dejó sin plaza a la española Malani Bergés
Una veintena de organizaciones de mujeres reclamaron al Comité Paralímpico Español (CPE) que impugnara la plaza obtenida por la italiana para los juegos de París 2024, en perjuicio de la española Melani Bergés. La deportista catalana terminó a tan solo ocho centésimas de Petrillo en la final de los 200 metros en la categoría T12 de los Mundiales disputados en Julio. El resultado final le otorgó una plaza olímpica a la italiana, que antes era un hombre y desde hace varios años compite como una mujer. Melani Bergés confesó sentirse bastante frustrada y herida por la injusticia: «Cómo funciona el cuerpo y la realidad es que al final ella se ha desarrollado como hombre biológicamente durante muchos años y entonces eso puede haberla ayudado», afirmó. Además, la catalana se ha quejado de los registros que está haciendo la italiana: «No conozco a ninguna mujer que con 49 años tenga esos registros. Yo no soy médico, pero entiendo cómo funciona el cuerpo y la realidad es que al final ella se ha desarrollado como hombre biológicamente y entonces eso puede haberla ayudado», confirmó la velocista.
La atleta paralímpica española, que tiene medallas en campeonatos del mundo y de Europa en los años 2015, 2016, 2017 y 2018, comentaba hace justo un año que lo veía como una injusticia: «Me saca una cabeza y media y su aspecto es de hombre», aseguró.
La compañera española Susana Rodríguez, salió en defensa de la catalana: «Una cosa son la inclusión y el respeto hacia todas las personas sin discriminación, y otra, ante la que nos encontramos, es perder el rumbo y aceptar que el deporte sea injusto desde la línea de salida. Mi apoyo es para Melany y para todas las mujeres porque esto nos afecta a todas», escribió la atleta en su cuenta de Twitter.
El Comité Paralímpico Español (CPE), sacó una nota de prensa en la que defienden el principio del juego limpio e impide la vulneración del derecho de igualdad de oportunidades para las mujeres: «Petrillo ha utilizado las ventajas competitivas derivadas de haber desarrollado su cuerpo con testosterona para hacerse con una plaza en los Juegos Paralímpicos que en justicia corresponde a la atleta española». El comunicado se puso en copia al Comité Paralímpico Internacional (IPC), en el que aseguran que el caso de Melani Bergés es un claro ejemplo de cómo se imposibilita a las propias mujeres: «Ganar en sus categorías o aspirar a una carrera deportiva como consecuencia de las políticas transgéneros que anteponen las cuestiones de identidad a la realidad material en la que se basan las competiciones deportivas significa alterar la realidad». concluyó la nota.
Pese a todo este revuelo, la velocista italiana se ve como un símbolo, no solamente en su país, donde el gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni critica la ideología de género y el lobby LGTBI+: «Digo a menudo que si yo lo he hecho, otras personas también pueden. Espero ser la primera de muchas, espero ser una referencia, una fuente de inspiración. Mi historia puede ser útil para muchas personas, con discapacidad visual o no, trans o no», insistió Petrillo.
Uno de los mayores pilares de su vida ha sido su padre: «Siempre me ha sostenido y comprendido, es muy mayor para viajar a París, así que recibiré el apoyo en el Estadio de Francia de mis hijos, mi hija, mi exmujer y mi hermano». La atleta cumplirá uno de sus sueños en París.