La inflación subyacente no da respiro a la región euro. Empezó el año conquistando nuevos máximos, en el 5,3%, al revés que la tasa general, que transporta tres meses sucesivos a la baja, y se pone en el primer mes del año en el 8,6%. Con este panorama, las miradas señalan precisamente hacia el Banco Central Europeo (BCE). ¿Qué va a hacer en las próximas asambleas? Tras la anunciada subida de marzo, probablemente halla mucho más incrementos de géneros de interés, aun a lo largo del último trimestre.
Los investigadores piensan que, después de los últimos datos, la inflación subyacente da muestras de que resultará mucho más persistente. «Las perspectivas en un corto plazo para la inflación subyacente son feas. Va a aumentar aún mucho más en los próximos meses», dicen en Pantheon Macroeconomics. Ven peligro de que alcance el 6% en el tercer mes del año y que se sostendrá en el 5% o mucho más hasta julio.
Por ahora, el nuevo récord histórico fortalece la percepción de que probablemente las presiones inflacionarias latentes sean persistentes. Algo que «se está transformando poco a poco más en el foco primordial del BCE», creen en Oxford Economics.
Si bien avisan que ciertas fisuras están empezando a mostrarse en múltiples áreas de la economía de la eurozona, «el incremento de la inflación subyacente y la resiliencia señalada por las investigaciones proponen que la posibilidad de una o 2 levantas auxiliares tras marzo están incrementando«, comunican en relación a los próximos movimientos del organismo europeo.
Prosiguen confiando en que el banco central proseguirá subiendo las clases en el segundo período de tres meses. «Nuestro caso base todavía es que el BCE los va a aumentar un par de veces en el segundo período de tres meses en 25 puntos básicos, con una tasa de depósito terminal en el 3,5%. Pero los peligros en este momento están firmemente inclinados hacia una tasa mucho más alta para junio, y también aun mucho más incrementos de tipos a lo largo del último trimestre«, agregan los especialistas de Pantheon Macroeconomics.
Los datos de inflación de febrero, que se publicarán la semana próxima, «agregarán otro elemento esencial a la información establecida antes de la asamblea de política monetaria del BCE de mediados de marzo. Pero en esta etapa, semeja prácticamente seguramente los causantes políticos van a acordar un incremento agregada de 50 puntos básicos en esa asamblea, lo que va a llevar la tasa de depósitos al 3%». Tras ello, los investigadores de Oxford Economics ven opciones de un incremento agregada o 2 mucho más allí en la mitad de señales de inflación subyacente persistente y resiliencia económica.
En verdad, exactamente esta resistencia económica sumada a la rigidez de la inflación va a hacer que los bancos centrales endurezcan aún mucho más su política monetaria, «lo que probablemente no terminará bien para el período económico», piensan desde Federated Hermes, donde creen posible que el BCE lleve los modelos máximos hasta el 3% o el 3,5%. «No obstante, tras la solidez de los datos económicos de las últimas semanas, hay un peligro material de que los bancos centrales se vean obligados a tipos plataformas algo mucho más superiores«.