El caso que ha cautivado a la localidad valenciana de Pedralba está ahora en los tribunales. Según la Fiscalía, los propietarios de un bar popular en el pueblo diseñaron un plan para quedarse con parte de un premio de la Lotería Nacional de 14,8 millones de euros que habían vendido a un cliente. El matrimonio se enfrenta a una solicitud de hasta tres años y medio de prisión por cada miembro, acusado de un delito de apropiación indebida. El juicio comenzó el pasado 10 de junio en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia y se espera que dure hasta el viernes 15.
El plan de los acusados
La Fiscalía sostiene que como resultado del plan de los acusados, la víctima y sus hijos han sufrido un significativo daño patrimonial. Aseguran que a la familia le pertenecía todo el premio de 14,8 millones de euros, pero solo han recibido un cuarto de esa cantidad. Es decir, 3,7 millones de euros.
El Ministerio Público detalla que el presunto plan de los acusados comenzó el 18 de marzo de 2017. En esa fecha, fue agraciado el número que se vendía semanalmente en el bar a clientes habituales, y que los propietarios mantenían en custodia. Había un décimo especialmente valioso, el que coincidía con la serie y la fracción con el premio más importante, que ascendía a casi quince millones de euros. El resto de los billetes habían sido premiados con 130.000 euros, ya que solo coincidía el número.
El número del premio especial del acumulado de 15 millones de euros a un solo décimo fue el 39813, fracción 3, serie 5, en el sorteo extraordinario del Día del Padre de la Lotería Nacional. Además de en la provincia de Valencia, se vendieron décimos del 39813 en Almería y Barcelona. Pero el verdaderamente valioso estaba en Pedralba.
La Fiscalía cree que la acusada sabía que tenía en sus manos el boleto premiado con los quince millones. Un hecho que niegan los dueños del bar, que actualmente se encuentra cerrado y a la venta. Con el objetivo de «obtener un beneficio patrimonial y en ejecución de un plan preconcebido con su esposo», la mujer contactó con la ganadora para informarle que el décimo había sido premiado y que debía presentarse en el bar.
Según la Fiscalía, el matrimonio mostró a la clienta los tres décimos premiados con ese número. Aseguraron que no podían saber quién era el propietario y que si quería cobrar tendría que compartir el premio con las otras personas que habían jugado a ese número. La mujer, nerviosa y desconocedora de más detalles, aceptó el trato.
La segunda fase del presunto plan implicaba ponerse en contacto con los otros dos compradores, dueños de diferentes establecimientos comerciales del pueblo. Se les informó, por separado, que todos habían accedido a compartir el premio. Para dejar constancia, los cuatro ganadores y sus familiares acudieron a la notaría para formalizar el acuerdo por el que compartían todos los premios.
Este caso ha causado revuelo en el pueblo de Pedralba, donde el bar era uno de los lugares más frecuentados. Algunos residentes afirman que los ganadores siempre han dicho que jugaban juntos ese número y que nunca se opusieron a repartirlo en cuatro partes.
