Los efectos negativos del impuesto sobre transferencias financieras en la contratación de acciones españolas fueron limitados en términos absolutos y con un alcance temporal parcialmente corto, según queda reflejado en un análisis de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El estudio, firmado por 2 profesionales del Departamento de Estudios y Estadísticas de la institución, Ramiro Losada López y Albert Martínez Pastor, valora el efecto de la introducción del ITF sobre acciones españolas en mercados secundarios, centrándose en sus probables costos o impactos.
En el análisis asimismo se aprecia que la introducción del impuesto podría haber supuesto una rápida concentración de la negociación en mercados regulados al mover una parte de la negociación OTC (over the counter) a mercados secundarios MiFID.
De esta forma, se advierten 2 efectos contrapuestos: por una parte, la negociación de las acciones españolas gravadas redujo tras la introducción del impuesto pero, al tiempo, por otra parte, los mercados organizados recobraron una pequeña una parte de la negociación de esas acciones que se hacía OTC. La volatilidad, más allá de que aumentó a corto plazo, tendió a reducir en el largo.
El diseño del gravamen podría haber achicado los incentivos de ciertos inversores en un largo plazo a formar parte en el mercado, puesto que la base imponible se calcula desde las compras netas de acciones efectuadas en el día. Al tiempo, semeja que no se vieron perjudicadas las horquillas bid-ask de las compañías de mayor capitalización, más allá de que la ratio de Amihud habría incrementado de manera suave en términos absolutos.
En la situacion de las acciones de las compañías mucho más próximas a los 1.000 millones de capitalización, los desenlaces revelan que tras la introducción del ITF, las horquillas bid-ask y la ratio de Amihud podrían haber incrementado solo a corto plazo (ventana de 40 sesiones), sin que se observen efectos en el medio y el largo período.