Imagen de la terrible caída de este jueves en la ronda vasca.

Un trágico suceso ha transformado la cuarta etapa de la Itzulia en un día aciago para el deporte del ciclismo. En un accidente de proporciones graves, tres de los favoritos del pelotón, Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel y Primoz Roglic se vieron retirados del circuito de forma abrupta. Para Vingegaard y Evenepoel, la retirada implicó un viaje en ambulancia, mientras que Roglic fue llevado en el coche de su director, Patxi Vila.

La jornada comenzó bajo el sol primaveral, con los corredores pasando a gran velocidad por la localidad alavesa de Legutio, lugar de la meta y hogar del ciclista Mikel Landa, quien se encontraba al frente de la Itzulia cuando ocurrió el accidente. La caída tuvo lugar en una bajada del puerto de Olaeta, una carretera llena de raíces de árboles y baches que dificultaban el control de las bicicletas.

El accidente ocurrió a 32 kilómetros de la meta, y las imágenes de ciclistas inmovilizados en el suelo rodeados de ambulancias impactaron a tal grado que Adam Hansen, presidente del sindicato internacional de corredores, pidió que tales escenas no se volvieran a transmitir en respeto a las familias de los corredores. La gravedad de la caída llevó a 10 abandonos en el evento.

Vingegaard fue trasladado a un hospital en Vitoria, a 25 kilómetros del lugar del accidente. Su esposa viajó desde Suiza para reunirse con él en el hospital. Por otro lado, Evenepoel logró entrar por su propio pie a una ambulancia, agarrándose la clavícula derecha con su brazo izquierdo. La magnitud del accidente agotó los vehículos sanitarios disponibles, y otros corredores como el australiano Jai Vine y el estadounidense Sean Quinn tuvieron que ser evacuados.

En un intento por mitigar el impacto del accidente, la organización decidió que los seis corredores que iban al frente antes del accidente se disputaran la victoria. El resto de los ciclistas llegaron a Legutio a un ritmo tranquilo, y el público, conmocionado por el accidente, ofreció aplausos tímidos. No había nada que celebrar, salvo que nadie perdió la vida.

Los directores deportivos se apresuraron a contactar a las familias de los corredores desde los coches para tranquilizarles, ya que las duras imágenes transmitidas por la televisión vasca causaron gran preocupación.

El accidente ha resaltado una vez más los riesgos que corren los ciclistas en su deporte. En búsqueda de audiencia, los organizadores a veces eligen carreteras peligrosas para los corredores, y estos, a su vez, asumen riesgos innecesarios, especialmente ahora con el uso de frenos de disco.

El accidente de la Itzulia ocurre apenas una semana después de otra caída grave en A Través de Flandes, que tuvo a Wout van Aert como principal afectado. En tan solo ocho días, el equipo Visma ha visto a dos de sus estrellas, Vingegaard y Van Aert, terminar en el hospital con sus temporadas comprometidas. A pesar del sombrío panorama, el sudafricano Louis Meintjes logró ganar la etapa, el danés Mattias Skjelmose se convirtió en el nuevo líder y los españoles Juan Ayuso y Pello Bilbao, y el local Mikel Landa ahora tienen opciones de victoria tras los abandonos producidos. La Itzulia concluye este sábado.